Después de un tiempo sin pasarnos por el blog, hoy queremos compartir contigo una experiencia que ha marcado profundamente al equipo de vesta-z en las últimas semanas. Nos referimos, por supuesto, a las consecuencias de la DANA que azotó Valencia el pasado 29 de octubre dejando a su paso inundaciones, lodo y destrucción en varios municipios de la provincia.
Este ha sido un momento de gran desafío para nosotros, como empresa y como valencianos. Pero también, una oportunidad para presenciar el poder de la solidaridad, del esfuerzo conjunto y nuestras queridas máquinas.
Antes, queremos aprovechar este post para expresar nuestras más sinceras condolencias a las familias de las víctimas mortales y enviar un fuerte abrazo a todas aquellas personas que lo han perdido todo en esta devastadora catástrofe. Sabemos que las palabras no pueden aliviar el dolor, pero queremos transmitiros que estamos con vosotros en estos momentos tan difíciles.
La DANA en Valencia: un momento de emergencia excepcional.
Como ya es tristemente sabido, la inesperada llegada de la DANA a Valencia y las lluvias torrenciales desbordaron el Barranco del Poyo, y convirtieron calles y carreteras en ríos de lodo. La Zona 0 fue una de las más afectadas, con edificios dañados y accesos bloqueados, que dificultaban el movimiento de personas y equipos esenciales. La situación requería una respuesta rápida y organizada para evitar que la crisis se agravara y comenzar el proceso de recuperación lo antes posible.
Máquina limpiando en Paiporta
Vesta-z y la maquinaria pesada: nuestro compromiso en la recuperación.
Cuando la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia nos pidió ayuda para poner un poco de orden al caos, no lo dudamos ni un segundo.
Los voluntarios llegaban con sus máquinas, multitud de empresas estaban dispuestas a sufragarles los gastos, pero, ¿qué hacía cada máquina? ¿Cuál era el mejor sitio para desplegarlas? ¿Cómo coordinar voluntarios que un día estaban y el siguiente, quizá no?
Desde vesta-z, con Noelia Zapata al frente, decidimos actuar y aportar lo que mejor sabemos hacer: supervisar a los equipos para que cada segundo corriera a favor de las víctimas. Y fue precisamente Noelia, apoyada por los cuerpos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), la encargada de coordinar los trabajos de los cientos de voluntarios que llegaron con sus máquinas desde todos los puntos de España.
¿El objetivo?
Desescombrar y limpiar el lodo con la máxima eficiencia para permitir el tránsito y facilitar el resto de trabajos de recuperación.
Puesto de coordinación de la UME .
La UME, Acción contra el hambre, voluntarios y vesta-z: ¿qué hicimos juntos?
Durante casi un mes, decidimos poner al mínimo las tareas habituales de vesta-z al ralentí para enfocarnos en ayudar a quienes más nos necesitaban. No fue fácil: las condiciones de extrema urgencia, los recursos limitados y el cansancio y la tensión acumulados jugaban en nuestra contra. Pero la determinación por mejorar las condiciones de habitabilidad de Paiporta, Picanya, Sedaví, Benetússer y el resto de municipios era más fuerte que todos los contratiempos.
Estas son las tareas que, junto a nuestros compañeros, ejecutamos durante semanas sobre el terreno para empezar cuanto antes el proceso de reconstrucción.
- Planificar y coordinar: identificamos las áreas más críticas que necesitaban intervención inmediata. Ubicamos de forma estratégica las máquinas para que cada intervención se demorara lo menos posible.
- Despejar las zonas afectadas: Con nuestra supervisión, excavadoras, pulpos, volquetes y camiones de carga trabajaron sin descanso para remover el lodo y despejar las calles bloqueadas. Este trabajo permitió volver a salir a la calle a las personas que tenían bloqueada la salida, facilitó el acceso a servicios básicos, y permitió accionar las siguientes fases de limpieza.
- Distribución y logística: En colaboración con Acción contra el hambre, coordinamos los trabajos de los distintos agentes locales para la limpieza del lodo, el desatasco del alcantarillado y el reparto de la ayuda solidaria entre las familias más vulnerables.
El impacto positivo de la intervención de los voluntarios.
Ahora que el trabajo más urgente —la retirada de lodo— ya está terminado, nos alegra decir que la colaboración entre vesta-z, la UME, Acción contra el Hambre y todos los voluntarios que aportaron sus máquinas, tuvo un impacto crucial en la recuperación de la Zona 0. Algunos de los logros más destacados de estos equipazos fueron:
- Restauración de infraestructuras clave: gracias al esfuerzo conjunto, pudimos despejar calles y espacios vitales para la movilidad y el acceso a las ayudas esenciales.
- Apoyo a los vecinos: aunque, mientras escribimos esto, los afectados todavía están lejos de volver a la normalidad, facilitar que las personas que habían quedado atrapadas en sus hogares durante días pudieran salir a la calle fue un gran logro para nosotros. Sentimos que este avance fue crucial para el bienestar emocional y físico de la comunidad.
- Fortalecimiento de la resiliencia colectiva: esta experiencia nos enseñó la importancia de la colaboración y la preparación ante futuras emergencias, reforzando nuestra capacidad para responder eficazmente a situaciones de crisis.
Pero no nos quedamos solo con eso. Sabemos que contar con maquinaria pesada fue esencial para despejar las zonas afectadas y facilitar el acceso a quienes lo necesitaban. Sin estas descomunales herramientas, nuestra capacidad para ayudar habría sido nula. Además, este esfuerzo conjunto no solo permitió avanzar en la limpieza y reconstrucción, sino que también fortaleció nuestros lazos con la comunidad y nos recordó la importancia de estar preparados para cualquier eventualidad.
Máquina en Paiporta
Lecciones aprendidas del equipo vesta-z.
Sabemos que esto no ha terminado, y de hecho, seguimos involucrados en las labores de reconstrucción tras la DANA. Sin embargo, participar en la respuesta inmediata a la DANA en Valencia nos ha dejado valiosas lecciones que influirán en nuestras futuras operaciones:
- Flexibilidad operacional: aprendimos a adaptarnos rápidamente a las necesidades emergentes, mejorando nuestra capacidad de respuesta ante situaciones imprevistas. Estamos convencidos de que esta misma flexibilidad es indispensable para tener éxito con un proyecto como el nuestro, basado en la tecnología en sector de los repuestos.
- Colaboración intersectorial: trabajar de la mano con entidades gubernamentales, no gubernamentales y voluntarios potenció el impacto de nuestras acciones, creando una sinergia que benefició a toda la comunidad.
- Compromiso social: integrar un enfoque de responsabilidad social en nuestra misión fortalece nuestra relación con la comunidad y nos motiva a seguir aportando en momentos de necesidad.
En definitiva, esta experiencia nos ha preparado mejor para enfrentar futuros desafíos y ha reforzado nuestro compromiso por el bien común.
Y cuando esto lo trasladamo a la misión de vesta-z, vemos más claro nuestro papel de aliado estratégico. No solo facilitando la compraventa de repuestos para maquinaria pesada, sino aportando soluciones integrales que mejoren la vida de nuestros clientes al eliminar estrés y fricciones en su operativa diaria.
Agradecimientos
Queremos terminar este post expresando, una vez más, nuestro más sincero agradecimiento a todos los voluntarios, a la UME, a Acción contra el hambre y a las empresas que colaboraron y colaboran en las labores de recuperación durante la DANA en Valencia. Sin el esfuerzo conjunto y la solidaridad de todos los involucrados, nuestras operaciones de limpieza y reconstrucción no habrían sido lo mismo.
Un abrazo a todos.
I força València!
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