En 2022, harta de pasarme el día al teléfono, dejé mi trabajo de técnico de repuestos de maquinaria pesada.
Tenía un gran sueldo, pero me moría de estrés.
Tristemente, han pasado dos años y nada ha cambiado desde entonces.
El 70% de las ventas de repuestos se sigue haciendo por teléfono.
El 70% de las empresas siguen teniendo dificultades para encontrar perfiles cualificados.
Y el 72% suspende en digitalización.
Esto significa que, en este instante, mientras lees esto, ahí fuera hay cientos de operarios y técnicos perdiendo su precioso tiempo mientras buscan sin descanso el repuesto correcto para las máquinas paradas.
Esta escena, que viví durante los 2.912 días que duró mi carrera de recambista, es el origen de vesta-z. Un proyecto que puse en marcha junto a mi hermana Fany en enero 2024 .
¿La motivación?
Aportar nuestro granito de arena a la modernización del sector.
Ayudar a construir un futuro en el que cada obra y cada yacimiento minero se apalanque en la tecnología para detectar las necesidades de repuestos y gestionar sus incidencias en tiempo real.
«Menos ruido, más negocio», que dice la canción.
Desde entonces:
No son malos indicadores, aunque todavía queda mucho por hacer.
Por eso, nuestro foco ahora está en 3 cosas:
1. Seguir trabajando en nuestras bases de datos para que todo lo demás funcione como la seda.
2. Seguir desarrollando la IA que conectará estas bases de datos con las necesidades del cliente, en un nicho tan especializado (y lucrativo) como el nuestro.
2. Implementar la estrategia comercial para captar y retener usuarios y vendedores.
Para ello, necesitamos varias cosas de nuestros inversores, además de dinero.
Visión.
Tiempo.
Paciencia.
Confianza.
En esto no transigimos. Nos tomamos muy en serio tanto nuestro proyecto como las implicaciones de un pacto de socios.
Así que si eres uno de esos perfiles que espera ver retorno al cabo de dos años, te agradecemos el interés, pero por mucho que todos lo deseemos, sabemos que no va a pasar. No somos tu startup.
Es más, si no asumes que incluso siendo paciente y permitiéndonos hacer nuestro trabajo, es posible que pierdas tu inversión, entonces tampoco somos tu startup.
Ahora bien.
Si aceptas las reglas del juego del capital riesgo…
Si crees en el poder de un equipo comprometido y bien cuidado para desarrollar las ideas más ambiciosas…
Y si ves el potencial de petarlo-pero-bien que tiene vesta-z…
Entonces, quizá, sí deberíamos seguir hablando.
Dale una vuelta.
Y si no confundes nuestra claridad con arrogancia, déjanos tus datos y te contactaremos en breve.
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